Que mejor que
celebrar el Día de la Mujer en la ciencia sumergiéndonos en la lectura de un
buen libro.
Éste que
recomiendo, nos hace partícipes de la vida familiar de una de las grandes
científicas de la historia. Marie Curie recibió el Premio Nobel de Física con
Pierre Curie en 1903 y el Premio Nobel de Química en 1911. Cuando se produjo el
accidente que provocó la muerte de su esposo Pierre, en 1906, su hija mayor
Irene tenía 9 años y Eva, la pequeña, dos.
Mediante una
recopilación de cartas, podemos comprobar como una madre aconseja con cariño a
sus hijas y como estas le cuentan sus problemas y vivencias.
Estas mujeres han
sido capaces de compaginar una vida de sacrificio y estudio con la dedicación
hacia las personas necesitadas durante la Guerra Mundial, ya que tanto Marie
Curie como su hija Irene ayudaron en el desarrollo de las técnicas de
aplicación de Rayos X en el ámbito de la medicina durante la Primera Guerra
Mundial.
También compartimos
de sus primeras experiencias aprendiendo a conducir un coche, conocemos sus
impresiones sobre personajes ilustres de la época o acompañamos a una Madame
Curie ya muy enferma en sus los viajes promoviendo la cultura y la ciencia.
Un retrato de la
época en que vivieron estas mujeres, estas cartas reflejan la vida cotidiana
desde la infancia hasta la madurez de las hijas de Marie Curie y su gran
fortaleza ante las situaciones adversas de la vida.
Absolutamente
recomendable, sin ninguna ambición literaria ya que son la correspondencia
entre tres mujeres notables, dos de ellas vinculadas a la ciencia (Marie Curie
y su hija Irene) y la otra (Ève) concertista, escritora y periodista.
Mª Manuela Marcos González