Por lo menos alguien tuvo la decencia de acercarse a mí y hablarme.
El chico se llamaba Lucas y también venía de España. Los
dos estábamos en la misma situación, y eso nos hizo empezar a ser muy buenos
amigos.
Un día, cuando estábamos comiendo, él me propuso ir al cine,
lo que supuso un gran plan para mí, ya que allí en Berlín no salía mucho.
Él me estaba esperando a la puerta del cine cuando yo
llegué. Todo parecía normal, pero yo no le notaba como siempre, así que le
pregunté si iba todo bien. Él me dijo que sí, y yo decidí dejarlo pasar. Nos
acabamos de despedir y cada uno se iba para su casa cuando noté que algo se le
caía. Era una carta muy extraña a mi parecer. Me giré para ir a dársela pero
él ya había desaparecido. Yo estaba confusa, no quería abrir la carta porque eso
sería entrometerme demasiado, pero la intriga me comía por dentro. ¿Por qué era
un sobre tan raro?. ¿Por qué había desaparecido repentinamente?. Esa noche no
dormí mucho pensando en lo sucedido, pero estaba convencida de que al día siguiente
me lo explicaría.
Aquel día yo estaba dispersa en mi trabajo. Miraba para
todas partes para ver si le encontraba, pero no hubo suerte. No le vi ni en la
hora de la comida. Así que pensé que estaría enfermo y no habría podido venir.
Pero no, ya que esta situación se repitió durante las dos semanas siguientes.
Yo estaba muy preocupada, no sabía qué hacer.
Cuando llegué a casa, entré en mi
habitación y cogí la carta. Tenía que ver lo que ponía, no podía aguantar más.
Así lo hice. Con mucho cuidado abrí el sobre y saqué la carta. Empecé a leer, y por sorpresa para mí, yo era su destinataria. En ella
decía que se tenía que ir, y que no me podía decir porqué, ya que era demasiado
peligroso como para involucrarme.
Aquello parecía una broma, después de casi
dos meses juntos, ahora de repente, desaparecía de aquella manera. Él era la
única persona que yo tenía en Berlín, y se había ido.
Desde aquel momento todos los días me empezaron a parecer
horribles, ya no tenía a nadie con quien hablar en el trabajo, nadie con quien
quedar los sábados, y lo más importante, no sabía qué le había pasado. Necesitaba
que eso cambiara de alguna manera porque no podía seguir así.
Entonces, me puse a
pensar en todos los momentos que había vivido con él para sacar alguna pista de
qué podía haber pasado. Haciendo memoria, me paré en el último día que le vi. Aquel sábado cuando nos despedimos después de ir al cine, yo le había notado
raro, pero no sabía por qué. Ahora que lo pensaba, aquel día llevaba algo
distinto en el cuello, una especie de colgante, pero no cualquiera, aquel
transmitía algo extraño. Sin saber por qué salí corriendo de mi habitación hacia
la biblioteca. Allí me puse a buscar antiguos amuletos que se parecieran a la
borrosa imagen que yo tenía del suyo. Le había encontrado. No sé por qué, pero
tenía la sensación de que era ese en cuanto lo vi.
Empecé a leer, pero
cuando supe por fin lo que significaba, deseaba haberme quedado con la intriga,
tenía el presentimiento de que lo que se me avecinaba no era nada bueno. Sin
quererlo, me había metido en la peor pesadilla que uno pueda llegar a tener.
Chg.
¡Enhorabuena a la ganadora de 2ºESO!
ResponderEliminarEs el turno de 3º.... ¿qué pasó con Lucas? ¿qué era el amuleto? Sacadnos de la duda ¡por favor!!